Fiestas de la Calandrica

calandrica2.jpgLas fiestas de Santa Calandria, en la comarca del Valle de Soplón, que engloba a varias localidades, finalizaron ayer lunes con absoluta solvencia y júbilo por parte de los asistentes y animales sacrificados. Esta celebración comarcal, que se prolonga durante cuatro días (no necesariamente consecutivos) y que se rige, al igual que la onomástica de la santa que le da nombre, por el calendario litúrgico y el año lunar, se ha materializado en distintos actos que le han dado forma a lo largo de estos días. El primero de ellos, conocido como El Lechoncico, el pasado miércoles 17 de julio, fue uno de los más concurridos, y terminó con la clásica degustación de lechón enrabanado, desayuno tardío característico de la comarca del Soplón, que se ayuda a ingerir con aguardiente de la tierra, como dice la jotica: “Niña, tráeme el aguardiente, mira que a este lechoncico no hay quien le jinque el diente”. Pepón Íñiguez, presidente de la Mancomunidad de Municipios Comarcales del Valle de Soplón, aprovechó el discurso inaugural de las fiestas para manifestar su rechazo a la prohibición de la CE que pesa sobre el comercio de este aguardiente, debido a su alta graduación y al número de fallecimientos y suicidios que se le atribuyen cada año. El presidente definió al Quemao, denominación con que se conoce popularmente a esta bebida espirituosa, como “el mejón aguardiente der mundo”, y animó a los jóvenes a “ponerse hasta las manicas” durante las fiestas para “hondrar a Santa Calandria como fuere”.

En la noche del viernes se celebró el baile de los casaderos, en el que fue galardonado como “Mozo apretao” de las fiestas, una vez más, Miguelín el Molinero, que recibió su premio en la Casa de Eros, conocido club de la comarca donde se celebra el baile privado, al que acudieron todos los concursantes casaderos y algunos representantes de la política local. Miguelín el Molinero, en el acto de entrega de premios, declaró: “to los años me presento y to los años gano. Algo tendré…”.

Pero si hay que destacar algún acontecimiento de los que tiene lugar durante estos días sin duda es la romería de La Calandrica, que se celebra cada año en honor a la santa cuya onomástica se conmemora. Se trata del único evento de carácter parcialmente religioso de las jornadas y da inicio con una misa de exaltación de la figura de Santa Calandria, mártir del siglo IV que llegó a las costas levantinas y salió por las vespertinas (que reza otra conocida jotica de la tierra). Las reliquias de la santa llegaron a la comarca en el siglo XVI por una donación particular de una familia siciliana que quería expiar unas culpillas y, gracias a los generosos donativos con que se financió la construcción de la ermita y su mantenimiento, fue propuesta para ejercer el patronazgo de la comarca. Los vecinos de La Parca de Soplón acusan o los de La Fragua, población vecina, de haber robado las reliquias auténticas de Santa Calandria, de ahí la famosa batalla de los pollos reventaos, que se conmemora con una merienda comarcal en que según dicen, “tiene que haber de todo”: la tradición manda que se arrejunten baile y lucha, besos y traiciones, pollos reventaos y aguardiente del Quemao. Tras los prescriptivos “campanazos” se celebró la merienda en la que, según el proverbio local “lo que menos importa son los pollos”. Como balance provisional, a la hora del cierre de esta publicación, se contabilizaron 24 accidentados por impacto de vidrios y cientos de intoxicaciones. Hubo también un par de casos desviados directamente a la Unidad de Quemados del Hospital Comarcal. A pesar de todo, un grupo de unas 70 personas no requirió atención médica de ningún tipo, un 25% más que en la pasada edición, lo que según Pepón Íñiguez evidencia que la Mancomunidad de Municipios Comarcales, cuya única razón de ser se vincula precisamente a la organización de estas fiestas patronales, está trabajando en la dirección correcta.

Para cerrar estas jornadas de festejos, en la noche del lunes, coincidiendo con el plenilunio de La Calandria, se celebró la tradicional Panzada, nombre de dudosa procedencia que cada habitante celebra como le viene en gana y da origen a las más diversas interpretaciones. Unos se pegan una panzada de dormir, otros de reír, algunos valientes se tiran “de panza” a las aguas del río Soplón, otros hacen un asado con panza de chivo, plato que en la comarca se conocen como “migas del Soplón”; algunos celebran competiciones consistentes en partir un pan con una azada, que luego se aprovecha para las migas; los más jóvenes se retiran a darse revolcones bajo los castaños, pero eso ya es por vicio, no tiene nada que ver con las fiestas… es, al fin y al cabo, el desahogo de los últimos supervivientes de estas jornadas que cada año atraen a más foráneos o a simples curiosos deseosos de sentir los beneficios espirituales que reporta la devoción a La Calandrica.

Por otro lado, no debemos dejar de mencionar que, como ya empieza a ser habitual, un grupo minoritario de chicas militantes ecologistas y feministas de extrema izquierda antisistema y bolivariana se manifestaron contra el maltrato animal que según ellas se produce, no ya con los pollos o los lechoncicos, sino entre los propios habitantes de la comarca. Para ello escenificaron una acción artística que consistió en llenarse el cuerpo de mensajes escritos con mierda de vaca y, seguramente por este motivo, están empezando a tener cada vez más adeptos en la comarca. El propio Miguelín El Molinero, mozo apretao de estas fiestas, ha declarado que si esto sigue así, el año que viene se pasa a las ecologistas. Afirmaciones de este tipo provocan cierta inquiedtud en los organizadores con vistas a próximas ediciones de los festejos, según fuentes de la mancomunidad.

4 pensamientos en “Fiestas de la Calandrica

  1. No conozco al quemao ese, pero parece que merecería la pena un encuentro, fugaz, que no tenemos ya el coño para muchos ruidos.

    Con respecto a la parte final podría decir muchas cosas, pero como las tengo escritas y pendientes de publicarse ya te aviso y me ahorro decir dos veces lo mismo.

    • ¿Vas a escribir sobre las manifestaciones de grupos feministas ecologistas de extrema izquierda antisistema y bolivariana? No me lo pierdo!!
      Del aguardiente del quemao dicen que el que lo prueba no conoce ni a su cuñao (es un dicho de la comarca del Soplón). Saludos!!

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